Una visita diferente al museo gracias a Identidades

La mayoría de nosotros/as hemos asistido en alguna ocasión a un museo, bien porque estamos como turistas de paso en la ciudad y es una visita obligada, o bien porque nos interesa genuinamente alguna exposición, pieza o actividad. Todas sabemos que suelen ser espacios algo desnaturalizados, fríos, en los que no nos acabamos de sentir del todo cómodes sin saber porqué…pero siempre vale la pena la visita.

Suelen tener enormes entradas y halls de recepción, techos altos, columnas infinitas y, en resumen, una arquitectura imponente. A medida que avanzamos entre sus exhibiciones además de disfrutarlas y aprender, suele entrarnos una ligera sensación de que “no sabemos mucho del tema”, tanta información, tantos artistas reconocidos de los que nos suena el nombre pero poco más y esa parte de la historia que no sabíamos.Son espacios que pueden llegar a intimidar.

Lejos de intimidarse, un grupo de mujeres participantes de nuestros proyectos Acouguiño y Andaina han hecho del Museo de Bellas Artes de Coruña su lugar de reunión y aprendizaje durante 5 viernes consecutivos. El artista coruñés Óscar Cabana (@oscar_cabana) ha sido la persona encargada durante  este tiempo de desarrollar con ellas el Proyecto Identidades del museo.

Identidades es un proyecto cultural de inclusión social a través de las artes plásticas, liderada por la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes de A Coruña (@amigosmuseobbaacoruna) y el propio Museo, con ayuda de una subvención de la Diputación Provincial de A Coruña (@depucoruna). Está destinado a colectivos de desplazades por razones políticas o económicas, mujeres que se encuentran en riesgo de vulnerabilidad o personas afectadas por una situación de desempleo de larga duración. El objetivo es que a través del arte puedan expresar diferentes emociones, anhelos, experiencias y además con ello se familiaricen con este tipo de espacios.

Cada artista colaborador/a trabaja una técnica concreta con su grupo y realiza una propuesta conceptual, en nuestro caso fue a través del dibujo técnico representar espacios con lo que cada persona se sintiese identificada (en el presente o en el pasado) por ejemplo una calle de su barrio, una plaza, su vivienda o incluso una habitación interior.

Han sido viernes de duro trabajo, aprender a dibujar una calle o una casa dándole relieve, efecto de profundidad, proporcionar las dimensiones y, además, dominar los sombreados no es tarea nada fácil. Sobre todo si anteriormente no lo has hecho nunca. En cada hora del taller se respiraba frustración, alegría y concentración a la vez. Óscar, muy pacientemente y haciendo sentir a cada persona segura de sí misma para intentarlo, respondía a todas las preguntas que le hacían o sugería alguna corrección con el ánimo de mejorar el trabajo.

Además del aprendizaje, ha sido un espacio de distensión y relajación, un espacio propio sin interrupciones para estas mujeres cuyo día a día está cargado de responsabilidades y quehaceres.

El proyecto inició con una visita guiada por las salas del museo, una visita al taller del artista, y se cerró con la exhibición de los dibujos elaborados por el grupo en el hall durante todo diciembre y parte de enero.

Fue una actividad muy diferente a las que habitualmente realizamos en nuestra sede que implicó además la familiarización con un espacio público al que no suelen acceder ni “hacer suyo”.

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